sábado, 15 de junio de 2024

En este artículo recopilaré otros recortes de prensa de supuestos "duendes". Los casos eran variados y ocurrían también en otros países con alguna diferencia y similitud. En 1935 El Ideal Gallego publicaba la siguiente noticia.

EL NEGOCIO DE LOS DUENDES.

Era objeto de apasionados comentarios la "aparición" de un duende en el cercano pueblo de Lajosa.

Decían los crédulos que nunca faltaba que en casa de dicho pueblecito ocurriese algo anormal, movimiento de muebles, caída de piedras, que unas veces hacían ruido y otras no, manantiales de arena en plena habitación, etc., etc.

El 25 de Febrero de 1935, se trasladaron numerosas personas a dicho pueblo, utilizando los servicios de autobuses, pero... no había nadie quien pusiera de acuerdo a los que decían que veían esas cosas raras.

El Ideal gallego - diario católico, regionalista e independiente - Ano XIX Número 5495 - 1935 febreiro 26

Como nos los contaron...

¿Un duende en Lajosa?

Un día se tuvo noticias en esa ciudad de que en una casa cercana del pueblo de Lajosa, ocurrían cosas raras, que hacían creer en la presencia de "duendes".

Contaban los que fueron allí y estuvieran en la "casa encantada", que había ruidos, piedras que no hacían ruido al caer, arena que surgía del suelo, etc.,etc.

Los comentarios eran, a cual más sabroso, para todos los gustos.

La voz de la verdad, diario católico con censura eclesiástica, Ano XXV Número 8317 - 1935 febreiro 24

En Inglaterra también pasaban cosas similares. En 1918 el periódico "El Correo de Galicia" decía:

En una carretera inglesa aparece un "duende que es un guasón" 1935

Hacía detener los coches y cuando lo conseguía desaparecía.

En la carratera de Barnet, cerca de South Mimms(Hertfordshire) había aparecido un duende que se dedicaba a hacer parar a todos los vehículos que pasaban por ella. 

                                                                    Richard Turpin

El lugar era precisamente donde en el siglo XVIII, el célebre salteador de caminos Dick Turpin detenía a diligencias y desvalijaba a los viajeros. No muy lejos del lugar existe el antiguo cementerio de South Mimms, donde yacen los bandidos de aquellos tiempos.

Según el testimonio de varios motoristas, se trataba de un hombre de baja estatura, vestía un traje oscuro y no llevaba sombrero.

Algunos declararon que al pasar por allí les había salido, de pronto, al paso de una persona que alzaba el brazo. Creyendo que se trataba de algún accidente, habían parado, pero a poco el "duende" desaparecía. El párroco de South Mimms, Rvdo. Allan Hay, había declarado que cuando pasaba en bicicleta por allí, surgía una figura que le hizo señas para que se detuviera, pero sintió miedo y aceleró la marcha.

La señora G. L. Comben, tesorera de la obra en favor del Royal Dental Hospital, había declarado que iba conduciendo su auto, en el que iban varios amigos, cuando al dar la curva de un camino secundario que conducía a South Mimms, vio que por entre los rayos de luz de los faros surgió un hombre, que alzó el brazo.

Inmediatamente echó los frenos, pero cuando se dirigió hacia el, para preguntarle que le pasaba, desapareció.

Otras personas que habían pasado por allí en un auto o en bicicleta habían declarado lo mismo que la señora Comben: que un hombre les detenía levantando el brazo, y cuando se acercaban para preguntarle lo que pasaba, desaparecía.

La presencia del duende era la comidilla del día de las gentes de los alrededores.

El Ideal gallego - diario católico, regionalista e independiente - Ano XIX Número 5530 - 1935 abril 7 

Algunos supuestos duendes parecían ser aficionados al vino y al Whisky.

Un duende asustaba a los clientes de una taberna. Desaparecía con 53 litros de vino.  1946

Niza- Un duende que durante dos semanas había estado dando golpes misteriosos en las cubas de vino de la taberna de Pierre Roumieux, desapareciera con 35 litros de vino. Dos soldados de la resistencia, que pasaban esa noche en la bodega, decían que vieron un súbito resplandor y oyeron continuos golpes o llamadas; dispararon sus fusiles en dirección a la luz, pero, por lo visto, no tocaron al supuesto fantasma. Desde hacía varias noches la Policía había montado un servicio en la taberna, pero el duende, prudentemente, se mantuvo alejado. -(EFE)

 

El Ideal gallego - diario católico, regionalista e independiente - Ano XXX Número 8918 - 1946 febreiro 14

 

UN DESAHUCIO BASTANTE RARO - 1959 - por Angeles Villarta

Mr Hetherington era un gentleman que creía en duendes. No tiene nada de sorprendente. Lo raro era que había encontrado un juez que compartía sus creencias. Es posible que creyeran también en los Reyes Magos, pero sobre esto, ni el juez ni Hetherington se manifestaron.

Mr. Hetherington descubrió que la casa donde habitaba con su familia se hallaba encantada por la presencia de los duendes, unos masculinos y otros femeninos, lo cual resultaba extremadamente peligroso porque podían gustarse, contraer matrimonio, tener descendencia y llenar el inmueble de duendecillos y de duendecillas con las consiguientes molestias que forzosamente causarían al vecindario si heredaban el espíritu travieso de sus padres.

Si a Mr Hetherington le preguntaban sus vecinos como se las había ingeniado para averiguar que uno de los duendes era macho y otro hembra, contestaba:

-Muy sencillo, porque uno se llama George y el otro Georgina. ¿Conocéis vosotros alguna mujer que se llame George?

-No...

-¿Y algún hombre que se llame Georgina?

-Tampoco.

-¿Entonces?...

Ante tales razones, los inquilinos aceptaron que un duende era macho y otro, hembra, y ni los más escépticos creyeron que la cosa no estaba suficientemente aclarada, por lo que no llevaron más lejos sus indagaciones absteniéndose de preguntar a su vecino si los duendes les habían enseñado sus partidas de nacimiento o por lo menos, sus carnets de indentidad.

 

George y Georgina eran duendes poco serios. No tenían categoría de fantasmas y, por eso, no podían andar metiendose en unas sabanas o agitando cadenas de una parte a otra. Claro que si fuesen fantasmas no vivirían en una casa de vecindad, sino en un castillo.

George y Georgina se manifestaban extraordinariamente turbulentos. Se pasaban el día y la noche haciendo diabluras.

Una de las bromas más pesadas consistía en despertar a los vecinos tirandoles del pelo. Bajaban la escalera tropezando con todo el mundo; en cuanto las mujeres se descuidaban se bebían su leche; no solo no tenían ninguna afición a la música, sino que la aborrecían. Habían estropeado todas las radios del inmueble y tiraron un acordeón por una ventana.

No es cierto que los duendes sean abstemios. Por lo menos George y Georgina no lo eran. Cuando bebían "whisky", en vez de ponerse a cantar el "God save the Queen" o el "It is Longweis", como todos los borrachos que se respetan, se transformaban en ranas.

Esta metamorfosis, en opinión de Mr Hetherington, constituía un mal ejemplo que entrañaba un peligro grave, pues si a todos los que les gusta el "whisky" les da por transformarse en ranas, Inglaterra iba a parecer un pantano.

Georgina era más irascible que George. Se entretenía en romper las vajillas.  

El juez Hammersmith, había condenado a la dueña del inmueble a que rebajase los alquileres a la tercera parte. En lugar de libra y media semanal, que pagaban por el arriendo, en los sucesivo pagarían solamente media libra.

Como fallo incongruente estaba bien. Pero lo bueno es que la propietaria se había conformado con la sentencia. La primera semana pasó el correspondiente recibo de media libra e inmediatamente presentó una demanda de desahucio contra todos los vecinos de la casa, basándose en una cláusula del contrato de inquilino que prohibía tener subarrendados, a los propios inquilinos.

Nuevo fallo judicial, contrario a la propietaria. En opinión del juez, los inquilinos no habían subarrendado nada a nadie. Se trataba de unos huéspedes molestos que se les habían metido en la casa contra su voluntad, y de los que no solo no percibían un solo penique, sino que les causaban perjuicios de tipo económico al beberse la leche y el whisky; estropeaban las radios, rompían la vajilla y tiraban acordeones por la ventana.

Otra demanda de la dueña, solicitó que desde el momento en que se reconocía que ni George ni Georgina pagaban rentas, era la justicia a quien competía desahuciarles, en todo caso, y teniendo en cuenta la escasez de viviendas, que se les obligase a que abonaran la diferencia que había entre la libra y media que pagaban y la media libra que abonan actualmente.

Finalizaba la noticia diciendo : La verdad es que ni durante mi permanencia en el manicomio de Oviedo, vi ni oí nada tan manicomiable.

El pueblo gallego, rotativo de la mañana, Ano XXXV Número 11719 - 1959 agosto 7

La Casa de los Duendes - 1911 - Juicio

El tribunal de Wandsnorth, uno de los suburbios de Londres, acababa de fallar en un caso curioso. Un propietario había citado a juicio a uno de sus inquilinos que abandonó la casa sin pagarle el alquiler de tres meses alegando que era inhabitable a causa de los duendes que la infestaban. Según el inquilino, en la casa sucedían durante la noche cosas verdaderamente extraordinarias. Apenas se apagaban las luces y la familia se recogía, en las paredes comenzaban a resonar vigorosos golpes.

La criada, que tenía el sueño pesado, despertó una vez sobresaltada al sentir un tremendo bofetón.

Algunas noches la escalera retumbaba bajo los pasos de un duende invisible que subía y bajaba incesantemente. Otras, infinidad de menudos objetos volaban por el aire e iban a estrellarse contra las paredes. El perro, que tenía su jaulón en el jardín, se pasaba la noche aullando... El único medio de disfrutar de relativa calma era dejar todas las luces encendidas.

El tribunal había declarado que los hechos no estaban suficientemente probados, y, en consecuencia, había condenado al inquilino al pago de los tres meses de alquiler.

El "Times", que hablaba del caso, se lamentaba de que el magistrado no había aceptado judicialmente los supuestos duendes, pues consideraba que tal decisión hubiese servido para disminuir el número de historias de casas embrujadas que se aceptaban en Londres como cosa del Evangelio.

La Correspondencia Gallega - diario de Pontevedra - Ano XXIII Número 6519 - 23 novembro 1911

DUENDE FLORENTINO - FLORENCIA  1952

La policía buscaba a un duende que había atacado a seis personas en el curso de dos meses, en varios pueblos de los alrededores de Florencia. Según la policía, este duende atacaba lanzando un grito terrorífico, y después derribaba a sus víctimas con un bastón de dos metros de largo.

Se hizo una batida hasta el alba, pero el duende logró huir.

(France-Soir)

La Noche - único diario de la tarde en Galicia La Noche - Ano XXXII Número 9724 - 1952 abril 28

Más casos en España.

¿Un Duende en Bilbao? 1950

La policía había tomado cartas en el asunto del denominado rumor público del "Duende de la Gran Vía". Se trataba de un sujeto de indentidad desconocida que alarmaba a los vecinos. Lanzaba a las casas proyectiles que consistían en botellas llenas de agua, botes cargados de arena, algunos de harina y rompía cristales. Los vecinos habían montado una guardia sin resultado, por lo que habían dado cuenta a la policía. 

Se suponía que se trataba de alguien perturbado.

El espectáculo ocurría inevitablemente por las noches. - (CIFRA)

El Ideal gallego - diario católico, regionalista e independiente - Ano XXXIV Número 10204 - 1950 agosto 4
 

1935 - EL DUENDE DE CADIZ - Le hicieron varios disparos y huyó misteriosamente.

No obstante la enérgica campaña de Prensa contra las insistentes apariciones de un duende en el barrio de la Viña, éste continúa sembrando la alarma entre el vecindario, arrojando grandes piedras.

Una noche arrojó tres piedras sobre unas vecinas.

Las fuerzas de Policía Urbana organizaron inmediatamente la caza del duende. Pero la persecución no dio resultados, pues el autor de la agresión desapareció misteriosamente. 

El pueblo gallego, rotativo de la mañana, Ano XII Número 3564 - 1935 setembro 8
 

COSA DEL DEMONIO, EL MISTERIO DE ARINES. - 1964


La pota de caldo voló por el aire. Cayó una porción de piedras sobre la cocina. Una familia aterrorizada por los extraños fenómenos. Reportaje por Jose Rey F. Alvite - Fotografía Santiso.

En la parroquia de Arines, muy próxima a Santiago, ocurrían hechos muy extraños que se atribuían a un ser misterioso, a un "duende" o a cosas del Demonio en 1964.

Les oyeron comentar insistentemente el último sábado. Daban sensación de seriedad. Incluso el miedo se reflejaba en los rostros de quien lo contaba.

- Esto tiene que ser cosa del Demonio. No vi nada igual. Caen piedras, se abre la puerta sin que haya viento o salen las potas volando.

Les invitaron a que pasaran al interior. No se veía nada, entre la impenetrable oscuridad y el deslumbramiento que les había producido tanta luminosidad solar en el exterior. No tenían luz eléctrica. Potas, platos y demás cosas de la cocina, en completo desorden.

- Bueno, ¿y qué ha pasado en todos estos días?

- Verá, señor. Empezaron a caer unas piedras como éstas que aún ve aquí. ¡Llenaban un cesto!

- Las tejas están enteras. ¿Y por qué se abría la puerta, si no hacía viento ninguno?

Por más que insistieron en disuadirles de la creencia de tal posibilidad, tanto el muchacho como sus familiares afirmaban.

.- Estábamos sentados aquí, al pie del fuego, cuando la pota de caldo voló por el aire y fue a parar allí...

-Les habrá parecido..

- ¿Y luego los trespiés?

Al tiempo que lo contaba, el muchacho levantó los trespiés de la cocina de piedra hasta la altura de su cabeza.

El miedo se apoderó de ellos y avisaron a sus familiares que viven en la parroquia. Pidieron la compañía de varios vecinos para que pasaran la noche con ellos en la misteriosa y rústica vivienda...

Presas de tal impresión, no hacían más que rezar el Santo Rosario, mientras seguían cayendo piedras y más piedras, los platos y las tazas cambiaban de sitio...

Les hicieron ver que las cucharas se movían entre sus manos de forma también misteriosa.

No tenían ni la más remota esperanza de que el "Duende" se hiciese notar en su presencia.

Les preguntaron si el domingo notaran algo raro, pero respondieron que no.

No quisieron comentar que el "Duende" observase el descanso dominical en el estricto sentido de la palabra. No les parecía muy humano bromear con aquellos atemorizados vecinos a costa de sus zozobras.

En los primeros días fueron a contarle al cura lo que pasaba. Según les informaron, a petición de los vecinos de la casa misteriosa de Arines, fue a bendecirla.

Lo que más le llamó la atención a los periodistas fue la firmeza con la que afirmaban todas esas cosas extrañas. 

Pocas horas después, la noche envolvía el rústico caserío. 

Al bajar la carretera, se encontraron con un labriego anciano. El no creía. Les dijo que hacía varios años, en otro lugar de la comarca, un hombre hacía ensayos de magia y su "arte" llegó a tener preocupados a los vecinos.

- Pero aquí no hay magia -concluía- sino que los de la casa de "A costa" no ven a nadie. 

La Noche - único diario de la tarde en Galicia - Ano XLV Número 13161 - 1964 febreiro 4

En el periódico "La idea moderna" decían en 1898 lo siguiente:

Dice un colega de Santiago que desde hace días, los vecinos de la calle San Antoniño se hallan alarmados con la presencia de un bulto por las noches, en las huertas.

Las mujeres comentaban a su manera la fantástica aparición y la creían un duende, mientras que algunos hombres suponían serían un folchista que se dedicaba a vigilar los movimientos de sus adversarios. La mencionada aparición era la comidilla de los vecinos de aquel barrio y el terror de las mujeres y de los niños. 

La palabra folchista es posible que signifique huelguista. Buscando en Galiciana, no aparece en ninguna búsqueda. Quizá escribieron mal la palabra.

La idea moderna - diario democrático en Lugo - Num. 2316 17-08-1898

Tengo más recortes pero los dejaré para una segunda parte. Gracias por leer.

Fuentes:

http://biblioteca.galiciana.gal/

https://es.wikipedia.org/wiki/Dick_Turpin

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